Cuando una piedra se nos cruza en el camino, por lo general la pateamos, tal vez hasta le peguemos un chute asimilando un balón de fútbol. Mal sucede, cuando es una roca. No la patearemos, tememos por nuestros dedos frágiles y el dolor que pudiera causar. Tú la pateaste, abuela querida. Y continuaste tu camino. Nadie nos promete algodón de azúcar al nacer, nadie nos promete un soporte para nuestras espaldas, solo se nos promete aire con el cual respirar. Delante hay rosas con espinas, delante hay muros enormes que detienen nuestro paso, delante hay lobos hambrientos, ¿nos atrevemos a cruzar, o nos detenemos y nos sentamos a esperar? Tú que desgastaste tus manos en ropas ajenas, tú que escondiste a tus polluelos bajo tus alas, tú que temiste, que amaste, que sufriste, que viviste. Tú que el siglo y puños dejaron marcas en tu piel, tú que callas, tú que el sol golpeó tu espalda. Tú sabes lo que es la vida. Tú la conoces y la enfrentas cara a cara. ¿Por qué temes ahora? Esto no se compara a una vida destrozando tus rodillas. No se compara. Es una raya sobre el agua, abuela querida. ¿Crees que sería castigo a esta altura? ¿Y si fuera regalo, lo has considerado? Pon tus ánimos sobre las manos de Dios. Dile lo que quieres, dile lo que le agradeces, dile lo que le reprochas. Dile: "Padre, soy tu instrumento, haz de mi lo que tú pretendas es mejor". Yo te apoyaré. Yo te obsequiaré mi hombro. Yo tiraré pétalos sobre tu caminar. Tú ya has saltado todas las vallas, estás cansada, lo entiendo, solo te pido que des tu último esfuerzo. Aférrate a recuerdos, aférrate al cielo azul, al aire tibio de verano, al sol radiante de la mañana. Aférrate a nuestro amor. No pienses en los errores, no pienses en el dolor. Piensa en ti. Confío en ti. En mi corazón estás, en mi corazón irás. Siempre. No te preocupes. Un regalo hay para ti. Todo fue una broma macabra del destino, diría en este caso, pero solo diré que fue así. Y bien que lo supiste afrontar. Ahora solo te queda comprender.
Te amo viejita querida.
Que la vida nos vuelva a sonreír no cuesta nada.
A saltar vallas.
A vivir.
Te amo viejita querida.
Que la vida nos vuelva a sonreír no cuesta nada.
A saltar vallas.
A vivir.
Maylena
3 comentarios:
Te digo, si te lee, sabrá un motivo más. Quizá uno de los más fuertes. Arriba ese corazón y ese ánimo, que el mañana no es nuestro y hoy tenemos porque luchar.
Salud! para ti, y uno doble para tu "Abueli"
Besos
que bonito el bloG :O
yo nunca he pateado uns piedra , tampoco me gusta el futboL
solo me gusta dormir , comer chocolate y escuchar la lluvia como mi mùsica favorita :)
saludos
la lucha no termina y la vida es un estado mas del humano... las percepciones lo son todo
la fuerza jamas se pierde, solo el azar nos topa los talones algunas veces
te cuidas loquilla y juerza no mas
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