"Explícale": el por qué de dichosa frasecita
A pesar de toda la alegría que trajiste a mi cuando yo menos lo esperaba, acepté renunciar.Dos años hacían que no podía sentir. Dos años ya habían corrido desde la última vez que me interesé en esta máquina poderosa de la vida virtual y sus desacertados programas de comunicación. Obviamente, dos años que no me interesaba en alguien y no estaba dispuesta a hacerlo, para variar.No esperaba que pasara, tampoco estaba propensa a que fuera así, lamentablemente o favorablemente pasó y punto.Y quién más que tú debiera tener este dibujo que ya no poseo en mis manos y en mis recuerdos. Nadie. En efecto, fue hecho pensando en ti desde que tracé la primera línea, sentada sola en un tercer piso de un edificio sin vida, con la música un poco más alta que lo de costumbre.Me habías dicho que te gustaban los árboles, ¿recuerdas? Impresionante, pensé de inmediato y una sonrisa se bosquejó en mi rostro. Y a mi que anteriormente me habían preguntado si lo único que sabía dibujar eran árboles. Tal vez te estaba previendo.Tenía muchas ganas de conocer a aquel que me hacía sonreír cada noche. Hasta una música especial le tenía para que me indicara cuando él aterrizaba en este submundo loco. ¿Lo sabías? Obviamente no. Es que no quería perder ningún segundo, ni tampoco quería decir adiós.Y ¿Por qué "Explícale"? me preguntaste cuando te lo regalé. ¿Por qué? Porque te rehusabas a nuestro encuentro y miles de excusas tuve que inventar. Quería que ese árbol tan expresivo te diera todas las respuestas a todos tus porqués. Ojala lo siga haciendo. Y te quería conocer.Una vez vi a un tipo en la micro, físicamente se asemejaba al de las fotos que yo había visto y que pretendía ser tú. "Ojala no sea él", pensé, porque no tenía la prestancia que yo imaginaba en ti. Y precisamente ese día surgió la pregunta: "¿Qué música te gusta?" Y tú rebatiste con un: "Me gusta más que me pregunten: ¿Qué música le gusta a un músico?", ¿recuerdas?Y nos conocimos. Algún día tenía que suceder. O tal vez no debió haber sucedido nunca.Estaba nerviosa ese día. Me hice esperar, porque no estaba preparada para el encuentro. Cuando te encontré te vi tan normal, tan poco descriptible, tan típico. Te saludé y tus facciones me pacieron tan fuertes, tan poco asimilables.Caminamos y yo sólo quería irme. Sin embargo, el tiempo fue cambiando las cosas. La tarde se me hizo muy amena y ese día terminé con una sensación agradable. Vaya a saber yo por qué.Y fue para mejor. Todo fluyó sin contenerlo. Y necesitaba verte más, necesitaba aclarar qué estaba pasándome. Sin embargo nuestro segundo encuentro fue el principio del final. Final que llegó lento y con tropezones, pero llegó.Mucho me costó desprenderme de este sentimiento, pero era mejor hacerlo.Hacía dos años no sentía aquella dependencia proveniente de la necesidad de estar ahí, presente para encontrar a alguien. Qué más dan los demás, era solo a ti a quién yo pretendía encontrar.Nunca he entendido por qué las cosas no se dieron. Tal vez porque estaba escrito que no sería así. "Whatever" diría yo en otro caso, pero esta vez no.¿Te confesé alguna vez que rechacé todas las prácticas para este verano, porque tú decías: "queda mucho verano todavía"?Tal vez hice una mala elección, de acuerdo, pero no me arrepiento.¿Recuerdas nuestro paseo por el cerro? Claramente noté, en ese lugar, que pretendías que yo tomara la iniciativa, que yo te dijera que pasaba. Y yo esperaba lo mismo, obvio. Pero las palabras no salieron. Y en ese momento noté tu desinterés.¿Te confesé alguna vez que en aquel librito en el que por primera vez vimos nuestras letras yo pensé por un momento escribirte todo lo que sentía para que lo leyeras en vivo y en directo? Creo que no.Y fue por eso que días después me confesé mediante mail, ya que no te encontré en mi lista de monitos verdes. Me confesé porque noté que no era recíproco y felíz yo hubiera sido con un: "adiós". Sin embargo también surgieron tus confesiones, que fueron para peor.Pero debían ser, debía ser lo que debía ser.Y el destino. Nada es azar, nada es acierto. Todo está hecho por algo. Lástima que tú no lo notes.Y renuncio a ti, renuncio a ti porque te quiero. Creerás que son palabras mayores, creerás que exagero. Pero es cierto.Tomar tus manos fue muy lindo, aunque hubiese sido un instante, aunque hubiese sido en otra connotación, queda en mi la sensación.Y ya no sabrás más de mi, poco te importará, pero es lo que me hará mejor.Te dejo libre, te dejo seguir con tu vida. Yo fui un segundo que se olvida rápido. Un segundo sin la más mínima importancia.Y porque te quiero renuncio a ti y me quito de tu camino.Ojala ese alguien indicado que tú esperas, llegue. Ojala seas tú el indicado para ella, la que llenará tu corazón. Y si ese alguien que lo llena existe, entonces no dejes pasar más el tiempo.Renuncio a ti, aunque duela y renuncio a todas mis ilusiones, todas mis presunciones de futuro contigo y todo aquello que solo se formuló en mi mentecita.Pudiera decir muchas y tantas cosas más. Pero qué más da si de nada servirán.
4 comentarios:
El árbol era yo misma floreciendo....
hola!!!
nuevamente soy yo agradeciendote un mil los consejos y respuestas de tu parte ojala siga asi xk kiero hacer una lista de links de los blogs k mas me ah gustado y el tuyo es uno de esos ojala me lo permitas!!
mil gracias por tus respuestas ojala sigan asi!!
cuidate mucho k Dios te bendiga y saludos y abrazos desde toluk!
raro...
lo comento después de muchísimo tiempo después de haberlo leido y tal vez de nada sirva decirte algo, de todos modos, te cuento que todavía tengo bien guardado el arbolito
cudiate, "maycomba".
pd: recuerdo que una vez te vi en baquedano y vestida casi formal.
mish!
Jajajajaja, no me acordaba de esto xD Pero fue real.
Tatón malón, aún te tengo en mi corazón. Te tengo mucho cariño :)
Publicar un comentario