No soy Morgan Freeman, ¡diantres!, no lo soy.
¿Qué le pasa a este hombre? ¿Cree que su guión me dejó pensando? ¡Falso!
No soy Morgan Freeman, anciano, buscando una playa desértica de la costa de México luego de años tras las rejas.
Te dije Dios, "yo no soy Morgan Freeman, ¡maldita sea!".
Pero sí soy lo que representa.
Aquí estoy hoy. Soy un zombie, un reo que ha cumplido su condena.
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