"Miguitas de ternura yo necesito, si le sobra un poquito, démelo a mi"
" No le estaba permitido ser a la vez inteligente y mujer. Captaba muy bien que ni su carácter independiente ni su nivel cultural gustaban, sabía que con su físico esbelto y bien formado sería mucho más popular con los hombres si se limitara a sonreír, sin hablar cosas de fondo. Los hombres las prefieren gansas".
jueves, 29 de agosto de 2013
¿Cómo doblarle el brazo al destino? ¿Doblárselo, rompérselo, quebrárselo, dejarlo manco? ¿Es tan fácil como muchos señalan? "Oye, pero dóblale el brazo al destino, está en ti no más, juégatela". Mmm, no sé la verdad.