(Ella sentada en un asiento de micro contra la gravedad, se coloca los audífonos, sube el volumen y apoya su frente en el vidrio de la ventana)
May: ¿No será que estoy perdiendo el tiempo? Más bien debiera parar, ¿Por qué no puedo?
Razón: Claro que puedes, te desconozco, no seas ilusa, me estás dejando en vergüenza.
Corazón: Cállate idiota. Qué sabes tú cuando no puedes parar porque yo lo impido.
Razón: Tú no impides nada, eres la consecuencia de mis estímulos, no te des la importancia que no mereces.
May: Yo no quiero discutir, quiero saber si debo parar ya.
Razón: Detente.
Corazón: Por ningún motivo.
Razón: ¿Qué pretendes? Siempre crees tener la razón, ¿Quién crees que soy yo?
May: ¿No estaré desgastándome más de la cuenta por unos bolsillos rotos?
Corazón: ¿Acaso te estoy mintiendo? ¿Acaso no estoy haciendo bien mi trabajo? Niñita malagradecida. Bendigo lo que siembras.
Razón: Y yo maldigo lo que cosechas. Basta ya de darle vueltas al asunto. ¿Qué sentido tiene seguir?
Corazón: Pfffff. ¿No entiendes el sentido de seguir? Es lo que se gana en el instante, no lo que pierdes en el futuro.
Razón: ¿Y tú quieres un instante?
May: Tal vez.
Corazón: ¿Lo ves?
Razón: Blasfemo. Dijo tal vez, ni sí ni no. Es mi trabajo hacerla entender.
Corazón: Y es mi trabajo hacerla sentir. Cuántas veces has ganado, cánsate ya!.
May: No me ayudan. Tú dices que debo parar. Tú dices que debo seguir. Y continúo igual.
Razón: Por mí pararas ya, tonta. Deja de arrimarte a un cuerpo frío. A brillos de pantalla. ¿Acaso salí de vacaciones?
May: Eso quisiera.
Razón: Pues no! Estoy aquí. Si no estuviera, quién sabe que hubieras hecho a causa de los consejos de este inepto.
Corazón: ¿Inepto me llamas? Cuando hago lo mejor por ella. ¿Sabes tú lo que sucede en el centro de su pecho? Estallan fuegos artificiales con unas simples palabras.
Razón: Y los puedo detener cuando se me de la gana. Tú debes parar y ya. Después será demasiado tarde y yo no te podré ayudar.
Corazón: Yo tampoco.
May: ¿Entonces se están poniendo de acuerdo?
Corazón: Por ningún motivo. Prefiero mi sacrificio a que desconozcas y te niegues a lo que pudiera ser.
Razón: Lo que pudiera ser, blablablá. Tú tienes la capacidad de parar cuando quieras, sabes que yo te la doy. ¿No será que tú te estás negando a causa de las insinuaciones de éste?
Corazón: Yo no he insinuado nada. Digo las cosas claras. Ella lo tiene claro.
May: Por supuesto que no! No tengo nada claro. Discuten entre ustedes y sigo con la misma confusión.
Razón: Protesto. ¿De qué confusión me hablas? No he sido lo suficientemente clara. Me estás subestimando niñita.
May: Nada de eso. Quiero actuar y ya.
Corazón: ¿No te es suficiente mi ayuda?
May: Tal vez no.
Razón: ¿Y la mía?
May: Me desorienta.
Corazón: Siente niña, no pienses.
Razón: Piensa y medita, no sientas.
May: Aaaaayyy me desesperan. Me hundo en un hoyo. Ambos me pisotean en el suelo.
Razón y Corazón (al unísono): ¿Grito pidiendo ayuda?
May: Por favor.
Razón: ¿Qué hace que no puedas separártele?
Corazón: Mis actos.
Razón: ¿Qué actos? Tú solo respondes.
May: La cotidianeidad eliminada.
Razón: ¿A qué te refieres?
May: A todo aquello que detesto.
Corazón: Exacto!! ¿Lo has visto borrado?
May: Más bien maquillado.
Razón: ¿Y eso es bueno?
May: De todas maneras.
Corazón: Exacto!!
Razón: ¿Pretendes dejar de seguir mis ideas?
Corazón: ¿Ideas? Metes tu cuchara en algo que no entiendes. Vives temerosa, siempre pensando que lo peor podría pasar. (Se voltea hacia ella) Niña, Sigue tus presentimientos. Sigue tus sentimientos. ¿Qué queda por perder?
Razón: A ti, idiota.
Corazón: ¿A mí?
Razón: Claro, si al final eres tú el que luego se queja.
May: No, no es así.
Razón: Mmmmm.
May: Quiero seguir. Diablos! No sé por qué. No quiero perder lo que me hace tan bien…
Corazón: … Al espíritu.
Razón: … A la sanidad mental.
May: Toda la razón.
Corazón: Óyeme. No hay nada que perder acá. Nada. Sólo ganarás mientras comprendas los límites.
Razón: Y yo te ayudaré en eso.
May: ¿No me ayudarán en la decisión entonces?
Corazón: Ya la tomaste.
Razón: Sí. Ya la tomaste.
Corazón: Tú no quieres quedar sedienta. Embriágate de lo que tanto necesitas y agótate. No pienses en mañana más. Piensa en el día a día.
Razón: ¿Debo dar un paso al lado?
May: No. Por ningún motivo. Te necesito.
Razón: No puedo ayudarte.
May: Sólo te necesito acá, callada. Permíteme dejarme llevar, no me daña, de verdad.
Corazón: Exacto!! Y si llegase a dañarte, quedarás con ese gustito en la lengua de que supiste su sabor.
Razón: Al amargo sabor de la derrota te referirás.
Corazón: No. El dulce sabor de que al fin me sacrificó a cambio de nada.
Razón: ¡Óyete!
May: Jamás dejaré de estar confundida. Mas, no espero un futuro próspero, sembraré para eso. Ahora me queda cuidar lo que tengo. Y no quiero perderlo por mi insensatez.
(Baja las escaleras de la micro, sonríe al cruzar la calle. Ya tenía respuesta).
4 comentarios:
La disputa del corazon y la razon, me suena a una tipica disputa de un hombre tratando de adivinar que le sucede a una mujer. Las cualidades de entender el mundo sin concepto, solo ver. Y la razon anotado y ordenando todo...
Esta parejita siempre tiene problemas dentro de la casa y tu, eres el techo de esos dos personajes...
la razon debe comprender que el la parte ideal, y el corazon lo real.
y cuando se unen podemos distinguir todo... si no, amiga nos sumergimos en farragos y cosas sin inicio ni final.
ya niña buen relato
me agrado :D
cuidate
Yo he aprendido que cada uno, corazon y razon, tienen su turno para actuar; corazon primero, el que siento, lo visceral, incluso mas trascendente, la emocion q remece nuestras conciencias...Luego es articulado, contrastado, hasta enjuiciado, por la razón, la cual, si funciona bien, hace que nuestro sentir, pensar, y luego obrar sea lo más consecuente posible. Creo que a eso es lo que más temo: la inconsecuencia, del sentir, el pensar y el actuar. Por que de partida muestra una disputa entre estos dos entes viviendo dentro de los dos, los cuales debieran estar aliados y solo estan en disputa.
Trata de aliarlos, el corazon es la brujula, la razon una suerte de mapa, de guia donde salen ciertos topicos, de experiencia, etc( soy malo para las analogíasXD)...ahí uno depende de los dos, siempre. Te lo digo por q soy demasiado racional, pero en sus momentos tambien emocional, asi q me veo en la OBLIGACIÓN de alcanzar este acuerdo bilateral, jejeje.
Cuidate, chau!
al final los platos rotos de una falta de equilibrio de ambos, los pagas tu...Debemos pues, transmutar corazon y razon en uno solo, suena dificil y es un proceso largo y doloroso , mas no es imposible
Gratos saludos.
Qué lindo comentario, Michelle
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